jueves, 12 de junio de 2008

Los Hijos


Axioma:

Amar a un hijo no implica
complacer todos sus caprichos.
Sino sacar lo mejor de él,
y enseñarle a AMAR
lo que se gana con esfuerzo.





Lo encontré en algún libro, y como creo que es lo que es justo y la vida me da la razón, considero oportuno publicarlo.

Susana Tamaro dice:
“A los hijos los tratamos igual que si fuesen el cubo de la basura. Les damos de todo y luego nos extraña que se conviertan en tiranos y pequeños nazis”.

Yo digo:
“Amar es saber dar la medida justa en su justo momento. Amar es, a veces, muy amargo”.

El Amor


Mucho se habla del amor.
Mucho se ha escrito y mucho se hablará. Mucho se sufrirá por falta de amor.
Por amores imposibles, por amores no correspondidos, por amores traicionados, ...
Mucho se escribirá y hablará en tanto el hombre viva sobre la tierra.
El amor es el sentimiento que más mueve el mundo.
Por amor se muere, por amor se sufre, por amor se enloquece.
Por amor se mata y se deja matar.
Por amor a la religión, unos se hacen fanáticos y se autoinmolan, otros matan en nombre del amor a la patria.
Otros matan a sus seres queridos, porque dicen que les aman y que creen son de su propiedad.
El amor es el sentimiento menos comprendido.
Los que matan en nombre de el amor desconocen su significado. Los que -en nombre de el amor- forman guerras, desconocen el significado de el amor.
Si amas en verdad, no matas a quien amas. O bien le dejas vivir su vida y te alejas, o bien intentas conquistarlo de nuevo. No hay mejor lección de amor, que el respeto a los demás. Con respeto se gana todo. Sin amor todo se pierde. El que respeta, ama. El que ama, respeta. Yo puedo equivocarme hoy y mañana y pasado. Tengo el derecho de equivocarme y rectificar. Si te mato, ya no puedo volver atrás. Luego entonces, yo me pierdo la ocasión de rectificar.

Amor, amor, amor, qué bella palabra y qué mal comprendida.
Nadie posee a nadie. Todo es efímero, todo pasa, todo vuelve. Si aprendemos a comprender al mundo creado, a los animales, a las plantas, aprenderemos a comprender cómo actuamos, aprenderemos a comprender a los demás y, como resultado final, aprenderemos a comprender la obra del Creador.
Cuando se llega a esta comprensión, se encuentra la paz, el equilibrio de la vida y de la muerte, y se afronta la vida con valentía, sin temores, con calma, con sosiego.
La calma, la paz, ¡qué bellas palabras! ¡qué bellos sentimientos!. Cuántos ansían tener paz, tener calma, tener sosiego. Y cuántos desconocen el camino. Yo encontré el mío en un momento de mi vida de oscuridad absoluta. Cuando todo es soledad, incomprensión, abandono.
Cuando tocas el vacío y no ves asidero posible para salir.
Es una sensación horrible. Es el momento en que tu vida puede tomar dos caminos. Uno, autodestrucción; otro, tu salvación. Hay momentos en que tu vida pende de un hilo. Tienes trabajo, tienes unos hijos, tienes una pareja, tienes fama, ... y te sientes terriblemente solo. Solo ante el abismo que se abre a tus pies. Tienes un problema emocional con un hijo, tu pareja no te comprende, nadie te comprende. Tú ves cosas que crees que pueden suceder terribles, quieres ayudar y no puedes. Nadie tiene la respuesta a tu gran problema. Llamas al infierno, llamas al cielo y nadie contesta. Vacío, solo vacío. Quieres morirte, pero no puedes. Quieres ayudar y no puedes, no sabes cómo. Nada de lo que haces surte efecto. Te vas hundiendo, te vas sumergiendo en un mundo de locura sin fin. Crees volverte completamente loca, todo lo que tocas te devuelve más incomprensión. Buscas y no encuentras nada que te de una luz, una guía. En el vacío una luz emerge, una luz hermosa que transforma toda tu vida. Tú no entiendes, tú no comprendes nada, vives entre nubes, parece que vives en una nube de algodón. De pronto todo tiene otro sentido. Todo cambia del negro al arco iris. No comprendes, sólo sientes, sabes que tú estás ya protegido, sabes que hay “algo” que te da su mano.
Buscas respuestas a todo ello y nadie sabe nada, nadie te puede orientar de lo que a ti te ha pasado.
Ya sabes que hay “algo”, algo más que vacío.
Te vas recuperando poco a poco, tu pobre cuerpo enfermo se va recuperando, tu espíritu, tu energía sube y te sientes fuerte y sigues luchando para conseguir tu objetivo. Ayudar, ayudar hasta que logres la transformación del ser que más amas. Pasas toda clase de sufrimientos, buscas y encuentras. Lees un folleto que tu dices que es demasiado para ti: “La Orden RosaCruz es maestra de la vida, te enseña a ser tú mismo”. Yo veo algo grande en ello, yo no puedo aspirar a tanto te dices.
Buscando, resulta que un hombre que ayuda con las manos, te habla de La Orden Rosa+Cruz A.M.O.R.C.
- “Puedes salirte cuando quieras, nadie te dirá nada si te sales”, me dice, es lo que yo estudio y es lo único que creo puede darte alguna solución.
- Yo no comprendo de qué me hablas.
- Escríbeles.













No sin ......................................................... necesito ayuda.
Me ponen en el consejo de Solaz, que recibiré ayuda.
Así empecé mi, hasta hoy, camino en un sendero de grandes satisfacciones. De grandes descubrimientos de mi misma.
En el día de hoy he encaminado a muchas personas en el camino de la luz. De su propio camino, de comprensión y amor. Yo no soy maestro de nadie. No deseo esa carga. Cada cual es su maestro. Nadie es maestro de nadie, cada cual tiene su maestro interno que es el que le da la luz y la guía. La Orden R+C A.M.O.R.C. enseña a contactar con tu maestro interior. Todos podemos orientar. Todos podemos y debemos orientar. Pero no ser maestro interno, nadie puede saber qué es lo que te conviene para tu desarrollo interior. Para esto se deben aprender ciertas técnicas que desarrollen tus capacidades internas.
Sólo el maestro interno sabe qué es lo que te conviene. Sólo Él puede ayudarte en verdad.
El amor no es de este planeta tierra, EL AMOR se enseña, se vive en el corazón puro de Dios. De tu Dios, de mi Dios. Aquí vivimos la obra del amor supremo, saberlo comprender es tarea de cada cual.

Paz, Salud y Vida.

P.D.: Como decía un miembro RosaCruz:
“No te creas nada de lo que te digo, busca y encontrarás la verdad, tu verdad”

martes, 10 de junio de 2008

La Mujer y la Tierra



Está en todos los medios, desde que la mujer decidió emanciparse, el cruel trato que, siempre en regla general, ha sufrido de los hombres.
Hoy la tierra la hemos desertizado, la hemos explotado hasta límites insospechados y la tierra se revuelve, se venga y nos devuelve lo que hemos hecho con ella.
No la amamos porque no la valoramos en lo que vale.
La mujer es como la tierra, se da generosa y sacrifica lo mejor de ella, su cuerpo, su vida para engendrar nuevos seres, para amarlos y hacerlos dignos hijos.
Sufre cuando están enfermos. Trabaja y cuida la casa. Si el marido trabaja en la mar o en el extranjero o fuera, conduciendo un camión, es ella quien cuida de la casa. Y de los hijos.

Hoy la tierra se protege y la mujer también. La mujer coge el lugar que cree debe para desarrollarse como individuo, como ser.
La tierra clama sangre y la mujer la riega con su cuerpo, sufre en sus carnes la incomprensión masculina.
La mujer exige libre albedrío.

La Orden RosaCruz, sabia, entiende que los seres humanos somos todos iguales en esencia y nos brinda la oportunidad por igual. Es más, las vírgenes son su receptáculo. Las Columbas representan el alma de Dios y de los hombres, lo más sagrado, lo más puro.
El hombre tiene otra misión que cumplir. El hombre es la semilla creadora, la fuerza física, la facultad de crear armonía y belleza con su mente, racional y espléndida. Al hombre, debido a su mente más lineal, le queda la creación del universo. El hombre tiene un potencial creativo que le permite llegar con más facilidad que la mujer.
La mujer sufre cambios puntuales que la sumergen en transtornos que no puede evitar, en tanto que el hombre siempre sigue una línea sin alteraciones emocionales.

A los ojos de Dios todos somos iguales, cada cual vale lo que desea progresar. Para nuestro Creador todos valemos lo mismo. Todos somos valiosos para Él. Somos nosotros quienes hacemos diferenciación por valores que sólo nosotros imponemos.
El hombre y la mujer fueron formados para dar vida al conjunto de la obra del Creador.
En los principios de los tiempos el hombre y la mujer se unieron para hacerse más fuertes. Son la perfecta unión. La sutileza y la fuerza, el sol y la luna, la lluvia y el viento, el fuego y el agua.
¿Tiene más importancia el viento que la lluvia? ¿Tiene más importancia el sol o la luna? Nada es competitivo, todo es, por su propio ser, auténtico y valioso. Si la lluvia se eterniza deja de ser creadora. El viento, por sí sólo, no crea nada, necesita la base germinadora. Cada cual tiene una misión, su importancia es saber ser cada cual.


El sol es hoy nuestro enemigo en parte, la capa de ozono tiene agujeros y el sol pasa con toda su fuerza y nos enferma si no tomamos precauciones. Forma cánceres en forma de manchitas o granos o lunares en la piel. Los causantes, los gases que formamos en fábricas sin control, laboratorios descontrolados.
El planteta tierra se rebela ante tanta inconsciencia.




Siempre recordaré una frase que me dijo un fráter, un miembro RosaCruz:
. ¿Puedo pasar? - le dije.
. ¡Puedes, pero no debes! – me contestó – Hay otros esperando antes que tú.
. Sí, pero yo sólo quería decirte que ...
No me dejó continuar. Esperé la larga cola en secretaría. Al decirle lo que era me dijo: ‘¡Ah, eso te lo podía haber dicho enseguida!’. Jamás olvidé aquellas palabras. A veces vale la pena esperar para aprender algo que no se te olvida jamás:
“Puedo hacerlo, pero no debo”.

Muchas veces veo una humilde flor del campo y mi intención es cogerla, olerla, mirarla, ... ¡Pero! –me digo- ‘Puedo, pero no debo’ y la dejo allí. Si ella, con su sola presencia me alegró el día, ¿Tengo yo derecho a privar a otros de su belleza?.
Cuando yo era niña me encantaba aplastar las hileras de hormigas. Hoy miro donde paso y, sobre todo, intento no pisar jamás su camino. Si corto una flor, le pido permiso a la madre rosal. Al cortar una hierba medicinal, le pido permiso a la madre planta y le digo que es para sanar. Siempre les doy las gracias.

He llegado a una etapa o ciclo de mi vida, 70 años por cumplir, que todo el día estoy agradeciendo al Dios de mi corazón todo. Sólo el vivir, sólo tener salud, sólo que los míos tengan salud, trabajo y unión.
Sólo por permitirme ser una estudiante R+C. Sólo por ser una eterna buscadora. Sólo por Ser.
¡Gracias Señor!




Las preciosas imagenes son de Josephine Wall
http://www.josephinewall.co.uk/josephine.html

miércoles, 4 de junio de 2008

La Creación













Dios empezó primero en silencio, sintió que su corazón sentía soledad y después sintió dolor... y el dolor le dio sentimiento.

De los sentimientos nació la idea de actuar y creo la luz.

La luz le dio la ceguera, la ceguera le dio oscuridad y de la oscuridad nació el descanso.

El descanso le dio sosiego.

El sosiego le dio la PAZ.

La paz, Felicidad y la felicidad movimiento y al moverse fue creando colores.

De los colores nació el movimiento y la vida.

De la vida nació la armonía y el equilibrio.

Sin reposo no existe la armonía, la armonía aporta el movimiento absoluto y el dolor.

De el dolor nació el caos, del caos nueva vida, nuevos planetas, nuevas formas de vida.

El hombre parte de Dios, crea, planifica, corre, lucha y se olvida de reposar.

El hombre, al igual que el guerrero que lucha, necesita el reposo.

El reposo se obtiene al dejar la mente en blanco, en total silencio, para poder disfrutar de la parte más recóndita que existe dentro del hombre.

De la pequeña parte que nos une a Dios.

De la esencia que todos llevamos dentro y que nos hace pensar que somos dioses.

Somos dioses en la eterna búsqueda de la perfección, o de la felicidad a que aspiramos todos.



















"Flaming June" (Albert Moore)